Ciclo de la Salud del Suelo

Desenterrando el secreto de una buena cosecha

El suelo guarda los secretos para mantener sus raíces y su cultivo saludables. Para ayudar a garantizar que su suelo soporte una cosecha abundante año tras año, es esencial una comprensión clara de las acciones que puede tomar para mantenerlo como un recurso productivo.  

¿Qué es el suelo? 

El suelo es la capa superior de la Tierra en la que crecen las plantas. Está compuesto por materiales minerales, orgánicos y formas vivas, y desempeña un papel fundamental en la provisión de soporte estructural a plantas y cultivos, al mismo tiempo que sirve como fuente de agua y nutrientes. 

Es por eso que cada temporada, en cada ciclo de cultivo, debemos tomar las medidas correctas para preservar la salud del suelo.  

¿Qué es la salud del suelo?

Doran describe la salud del suelo como "La capacidad del suelo para funcionar como un sistema vital vivo, dentro de los límites del ecosistema y del uso de la tierra, para mantener la productividad de las plantas y los animales, para mantener o mejorar la calidad del agua y el aire, y para promover la salud de las plantas y los animales" (Doran et al. 1996).

Los suelos sanos son actores laboriosos en el campo. Pueden suprimir naturalmente los patógenos y plagas transmitidos por el suelo, apoyar los ciclos eficientes de nutrientes y proporcionar una estructura física mejorada para una base sólida de raíces y para el crecimiento de las plantas. 

Y es por eso que es importante saber qué prácticas agrícolas podemos adoptar para mejorar la salud del suelo.

Entonces, ¿qué hace que un suelo sea saludable y qué se puede hacer al respecto? 

Aumentando la salud de su suelo 

El suelo es una parte viva y activa de su campo y contiene una variedad de organismos beneficiosos que incluyen nemátodos, bacterias, hongos, protozoos, macro y micro artrópodos. 

Estos organismos responden de manera sensible a las prácticas de manejo de la tierra que se implementan en su campo por lo que es muy importante ser selectivo en la forma en que maneja los insumos agrícolas, como los nematicidas. Cuando estos productos no son selectivos, tienen el potencial de interrumpir las relaciones simbióticas entre estos organismos y las raíces de los cultivos.

Afortunadamente, puede implementar proactivamente prácticas agrícolas informadas que tengan un impacto mínimo en los organismos beneficiosos que existen en el suelo.

Arraigados en la salud del suelo - Nemátodos

Los cultivos extraen nutrientes del suelo a través de sus raíces. Las raíces, a su vez, liberan alimentos que sostienen los organismos beneficiosos en el suelo. Así es como funciona la red alimentaria del suelo.

Sin embargo, las raíces no son inmunes a las amenazas. Una variedad de factores puede destruirlas. Una de las amenazas menos comprendidas son los nemátodos dañinos o malos, que son microscópicos e invisibles a simple vista, pero tienen el poder de devastar un cultivo y causar una pérdida significativa de rendimiento. El control de los nemátodos dañinos es esencial para mantener sus cultivos saludables.  

Contrariamente a lo que muchas personas piensan, el número de nemátodos dañinos o malos en los suelos es fácilmente superado en número por la cantidad de nemátodos buenos o beneficiosos que promueven la fertilidad natural y la calidad a lo largo del tiempo.

Los nemátodos beneficiosos se alimentan de bacterias, hongos, insectos o nemátodos malos en el suelo, estimulando los ciclos de nutrientes del suelo y manteniendo a raya a las poblaciones de plagas y enfermedades dañinas de las plantas.

Por lo tanto, es crucial adoptar herramientas de gestión agrícola que funcionen en armonía con los nemátodos beneficiosos.

¿Por qué deberíamos preocuparnos por la salud del suelo?

Un suelo sano es la base de la productividad y sostenibilidad de los cultivos. Y cada temporada, tenemos la oportunidad de tomar medidas que ayuden a mejorar la salud del suelo, mediante la promoción de buenos rendimientos de los cultivos y de la sostenibilidad del suelo a largo plazo.

Continuando el ciclo

Un suelo sano equivale a un ecosistema donde toda la vida puede prosperar. Promueve cultivos saludables y rendimiento abundante durante años. 

Un simple cambio de solamente gestionar el suelo a promover activamente la salud del suelo y reconocer la importancia del papel que desempeña en el beneficio de la tierra para cultivo y el planeta, puede crear valor a largo plazo. Podemos actuar hoy para dejar un legado para el futuro.

¿Cómo podemos mejorar la salud del suelo a largo plazo?

Se pueden tomar varias medidas para preservar y promover la salud de sus suelos, incluyendo:

Minimizar la perturbación

Mediante la adopción de prácticas como la labranza cero o la labranza mínima

Plantar cultivos de cobertura

Para preservar la humedad y reducir la erosión

Promover la biodiversidad en sus suelos

Minimizando los insumos agrícolas o eligiendo sabiamente los insumos que son menos perjudiciales para los organismos beneficiosos en el suelo.

Y al usar nematicidas

Seleccionar los que conservan los nemátodos beneficiosos y detienen a los malos.

Los nemátodos y su impacto en la salud del suelo